Mi casa

Si pasas por el barrio, hazle una foto a la que era mi casa_ le dije a mi querido J. buen músico y mejor persona que fue a Cuba con el familión a pasar medio mes.

De vuelta a Barcelona nos vimos en su piso de Gava y me mostró unos videos de La Habana y fotos de lo que fue mi piso de la infancia y juventud en aquella ciudad.

Guardé la imagen en un disco portátil y durante cuatro días no la visualicé en el PC. Había dolor y rabia acumulada que debía procesar primero.

La rabia de la emigración forzosa, la pena de haber tenido un hogar que ya no existe como tal, la pena de ver a mi familia salir a Miami porque no era posible seguir en aquella pavorosa Isla.

No se quien vive ahora en aquel apartamento de la Calle C, realmente no me importa. Luego de varias inundaciones el agua de mar y el abandono corroyeron ladrillos y fachadas, La Habana está tocada del salitre acumulado en años de abandono. La gente vive como puede e inventa cada día el modo de seguir amando, viviendo y esperando un futuro de inciertas proporciones. Mientras tanto mi antiguo piso, donde acumulo recuerdos, se desintegra en la realidad y la memoria dando paso a un agujero que relleno con mucho más “ahora” para compensar tanta pérdida.