martes, 7 de agosto de 2007

Volver

Ayer volvió C. de su retiro en Bañolas, pasé allí parte de la tarde con ella y los maestros. Extraña mezcla de españoles, un holandés y un danés más un cubano. El mundo es más pequeño de lo que uno piensa y todos los caminos conducen al corazón de Ser.

Tormenta en los pirineos, menos mal que puse ruedas nuevas al coche porque los caminos de montaña donde estaba son de barro. C. vuelve a casa en plena noche y con ella el amor y la paz. Pronto viajamos a Asturias, luego regreso solo para trabajar, ella queda con su madre pero deja en mi piel la alegría de su presencia inmensa y cálida.

El matrimonio, cuando hay amor, es como el paraíso.

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