viernes, 13 de julio de 2007

Termo

Se cuela por las rendijas del día, se acopla a toda cosa viva o inerte. Devora espacios frescos y erige su reino por derecho propio.

El calor es la carta de presentación del verano y las pocas lluvias dejan arena africana sobre los coches desluciendo sus brillos y empaques.

Operación salida en el asfalto. Escrutar de aguas en la orilla por si hay medusas, mucha teta al aire y pieles con varios niveles de bronceado. Es el verano. Litros de agua, con sabor a cola, naranja, fresa, limón, sabor a cerveza, vino con gaseosa y zumos. Te pasas el día meando y buscando el aire acondicionado con los mismos andares de quien se protege de un francotirador oculto en algún sitio.

Y así se suceden las estaciones y los años y las canas y el molino del tiempo que nos hará polvo, fino polvo.

Mientras un pingüino y su madre hacen aeróbic bajo el cielo de lo que va quedando del ártico.

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