lunes, 25 de junio de 2007

Líbano

Se pusieron fatal y los reventaron. Aquí no vale eso de que estamos en misión de paz, mentira, el ejército español es una cuña entre dos bandos a ver si se masacran menos con un tercer interesado en el conflicto que vive de chupar la teta de los sirios y los iranís.

Esa tierra está maldita, tanto si vas con casco azul y una bolsa de comida como si entras a saco disparando al mejor estilo local.

Podemos decir que son militares, que la muerte forma parte de la razón del oficio pero, los terroristas sabían lo que hacían cuando los vehículos de poco blindaje patrullaban en medio de su trampa.

Y hay tres latinos entre los caídos, tres emigrantes bajo una bandera que hoy es también la suya. Últimamente los muertos los ponemos nosotros, ecuatorianos en la T 4, colombianos en Líbano, peruanos en Afganistán y así y así van cimentando una España nueva, diferente, definitiva.

¿No decíamos que ella es la madre patria?

Pues por ella también se muere.

Y hay que joderse y apretarse el cinturón pues la fiesta recién comienza y ese mundo medieval de los islamistas continuará preparando coches bombas para seguir en su raro sueño de conseguir no sé qué cosa.

Que pena.

Caramba, que pena.

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