viernes, 14 de septiembre de 2007

Kila Edbert

Se llama Kila Edbert, 23 años, norteamericana y tiene un problema. Volaba de San Diego a Tucson para una sita médica cuando un empleado de la compañía aérea Southwest le pidió que abandonara su asiento estando el aparato a punto de despegar. ¿Motivos? “Estar vestida de manera inapropiada” según dijeron los tarados de dicha compañía. La falda demasiado corta, su look muy provocativo y eso por lo visto afectaba la seguridad del vuelo. Añadieron además que volaban familias y no es bueno que los niños vieran tanta piel al aire. Ella viste en la foto las mismas prendas de aquel día. Cuando hablo de los fundamentalismos casi siempre lo hago dirigiéndome al mundo islámico pero lo cierto es que el fundamentalismo cristiano es harina del mismo costal. Estados Unidos está siendo atacado por el terrorismo internacional y la mojigatería e hipocresía nacional. Nuevos censores erigen atalayas desde las cuales azotan su visión del bien y el mal llevada a los extremos. Eso es muy malo a la larga y a la corta. Fomenta la doble moral y pervierte el concepto más natural del sexo proclamándolo como algo sucio que hay que ocultar en aras de las llamadas buenas costumbres. Caramba que estamos en el siglo XXI y hay cosas que están superadas por su propio peso. Volver a la represión y la censura es un paso de gigante en la dirección equivocada.

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