miércoles, 26 de septiembre de 2007

Estoy vivo

De nuevo tengo la ruta del norte. Dejo atrás Barcelona y sus malos humos para adentrarme en un micro mundo en el que me siento bien. Hace días que hay nieve en los pirineos pero me negaba a admitir su presencia. Hoy me rendí ante tanta belleza. Desempolve la calefacción y me perdí por los senderos de montaña. El día tenía una textura especial, muy típica de septiembre, con la finura del viento que tanto me gusta y el infinito azul salpicado de nubes de complicado diseño. Volver a la montaña es ir a mi refugio, al bosque y la calma. A la fresca sombra y el recodo frío. Mucho ojo en las curvas; cambio mental ante el hielo que una mañana de estas hará su entrada triunfal en los caminos. Conciencia del paso del tiempo, del cambio en la ruta del sol. Todo se resume en ciclos. Desde la mecánica celeste hasta el ritmo de mi corazón. Estoy vivo.

1 comentario:

Yvette dijo...

Cada dia, navegando por estos mares, encuentro diferentes personas salpicadas por la nostalgia de nuestra habana querida...

Y coincido con lo de los ciclos,
definitivamente.
Disfruta del aire puro mientras puedas!