Coche bomba en Logroño

Imagino la bronca que el jefe del comando de ETA le propino al tipo encargado de conectar bien los cables del coche bomba en Logroño. Por lo visto Dios existe ya que de haber explotado ese engendro muchos inocentes verían sus vidas afectadas de forma macabra. Lo que hay dentro de las cabezas de esos terroristas debe ser aguas fecales pues ninguna supuesta causa y mucho menos en este siglo XXI justifica la naturaleza de sus actos. Muy débil debe ser su proyecto ideológico cuando recurren a las bombas. Que suelten los hierros y pujen en las urnas a ver cómo les sale la jugada. Les falta valor. Al menos los islamistas se inmolan con su dinamita. Estos prefieren ver en televisión los estragos de su obra. Pero los dioses de las buenas cosas impidieron que el cabrón encargado de ultimar los detalles para el estallido pusiera bien el mecanismo y hoy, aún con el susto pero vivos, varios logroñeses podrán aspirar a ver el día de mañana. A ver si me compro una botella de Rioja y me la bebo a la salud de los sobrevivientes.