lunes, 12 de noviembre de 2007

Hugo

Es uno de los trucos más viejos de la humanidad. Forma base y cimiento fundamental de las artes de la manipulación y acompaña al hombre desde que hay registro escrito y oral, allá por la noche de los tiempos. La teoría del enemigo exterior está ligada a la no aceptación de los horrores que podemos, por causa propia, desencadenar y tanto el qué y el cómo de la puesta en escena serán elementos importantes en la manera de calar de dicha teoría entre la gente. Es relativamente fácil hallar culpable en las afueras de las empalizadas o también dentro como chivos expiatorios cuya purga es válvula de escape y evasión de responsabilidades. Mucho se ha escrito sobre la ascensión de los nazis en Alemania, de cómo poco a poco fueron alimentando la bestia hasta llegar a la noche de los cristales rotos y convertir a judíos y lo que se le parezca en blancos móviles a abatir. Las calles de Caracas hierven de protestas pero Hugo Chávez se ancla en lo sucedido durante el micro golpe de estado que no cuajó en el intento de sacarlo del juego. Aznar como objetivo de insultos y sobre todo, mucho ruido, al mejor estilo castrista aunque con menos elegancia, todo sea dicho. Este protodictador en germen, quiere ser relevo del viejo comandante en foros internacionales donde él y sólo él brille desde su enorme ego continental. Y tal y como ocurre siempre, su patio interior, su país, Venezuela, está gestando una casi guerra civil entre partidarios y detractores. La historia suele ser generosa con casi todo el mundo y por eso otorga espacios donde las ideologías lucen sus perfiles más justos o degenerados. Así ocurrió con el fascismo, el anarquismo, el socialismo armado y burocrático, el comunismo en sus versiones, el imperialismo, el colonialismo y todos quedaron como etapas que mantienen diversa vigencia. Una América Bolivariana es sinónimo de nuevo imperialismo, el sueño de Fidel ahora en versión venezolana. Al cubano lo sostenía un país que se llamó Unión Soviética, a este paracaidista lo sostiene el petrodólar. Al final todo termina con el sonido de la caja registradora, de ahí el apoyo de Bolivia, Nicaragua y Cuba, sus nuevos satélites. La creación de una casta militar chavista, así como las amenazas de invasión a Bolivia en el supuesto caso de que Evo Morales fuera derrocado, dejan claro de que pata cojea este señor llamado Hugo. ¡Por qué no te callas! Gritó el Rey y eso le dolió muchísimo pues no hay nada en este mundo que fastidie más a un dictador que le manden a callar. Y se nota que derechas e izquierdas están más o menos de acuerdo con el monarca español. Y pienso desde mi blog… ¿Por qué no le hacen callar para siempre? Hasta mañana

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