lunes, 11 de febrero de 2008

Miami

Es la ciudad de mi familia, de los recuerdos y las trampas del alma. Estoy con C. en este invierno floridano con 27 grados y algo de viento. Es otra Cuba en otra orilla. Solamente la risa de mi gente vale la pena tan largo, y caro, viaje. Mi madre sigue siendo la reina. Yo me despojo del reloj y dejo que las cosas transcurran a su aire. Vacaciones. Son simples vacaciones mentales. Aunque me mueva por la ciudad, necesitaba un breve cambio y creo haberlo encontrado.

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